martes, 13 de octubre de 2009

Premios Nobel, la responsabilidad de los intelectuales, por José María Castillo

Cuando cada año se conceden los premios Nobel, no sólo se premia el trabajo de investigación de personas eminentes en determinados ámbitos del saber, sino que además e inevitablemente también se presenta un modelo de ciencia, de conocimientos y de avances tecnológicos que se consideran los más importantes de cada año.
Nadie va a poner en duda que los 770 premios Nobel, que la Real Academia Sueca de las Ciencias (y otras conocidas instituciones de alto prestigio) han concedido desde 1901 hasta 2007, representan la enorme aportación que la ciencia, la tecnología, la literatura, al igual que las ciencias económicas y sociales, han hecho en favor de la humanidad.
Los asombrosos avances que, en los últimos cien años, se han realizado en medicina, en las más diversas tecnologías, en el progreso de las letras y en el esfuerzo por mejorar las condiciones de paz entre los pueblos, todo eso, en gran medida está reflejado en la impresionante lista de hombres y mujeres que han obtenido el premio Nobel. Si hoy vivimos mejor que las gentes de hace un siglo, se lo debemos a quienes han obtenido el galardón del Nobel y a tantos otros hombres y mujeres que con su paciente y callado trabajo han hecho posible el bienestar y otras ventajas de las que hoy podemos disfrutar.
Todo esto es verdad. Y nunca lo elogiaremos bastante, para fomentar la pasión por el estudio, el trabajo intelectual y la investigación científica. De todo esto depende el futuro de la humanidad. Pero en esto, como en todo, tendríamos que ser más lúcidos de lo que hemos sido hasta ahora. Porque, si es verdad que los premios Nobel de cada año representan, en gran medida, los avances de la ciencia y el saber que han hecho posible el progreso y el bienestar, no es menos cierto que la ciencia y los saberes, que se han premiado en los Nobel, nos han acarreado demasiados sufrimientos y enormes desgracias, hasta abocarnos a un mundo amenazado de destrucción y de posible exterminio.
Sin duda alguna, la ciencia y la tecnología, que hoy tenemos, merecen un premio. Pero, si somos honestos y sinceros, hay que reconocer que merecen también un juicio severo y, en asuntos muy determinantes, un justificado castigo.
No debe ser mera casualidad el hecho de que, de los 770 premios Nobel que se habían concedido hasta 2007, la gran mayoría (531) se han dado a ciudadanos de Estados Unidos (276), Reino Unido (96), Alemania (76), Francia (50), Rusia (22), Japón (11).
Es decir, los países que más premios Nobel han acumulado han sido precisamente los países que más guerras, más violencia y más muerte han causado o permitido en el último siglo. De la misma manera que son los países que más armamentos bélicos han inventado, han fabricado y han vendido, para hacer posibles, no sólo sus propias guerras, sino también las guerras de los demás.
Y ya, puestos a hablar de este patético asunto, no olvidemos la lista de los Nobel de economía que, desde 1969, se vienen concediendo. De los 61 premios que se han dado en esta especialidad, el 65 % han sido para economistas de Estados Unidos y el 15 % para los del Reino Unido. Descaradamente se ha privilegiado la economía neoclásica, especialmente la Escuela de Chicago, es decir el modelo económico que nos ha metido en el espantoso desequilibrio económico mundial en que vivimos.
El modelo económico que ha entrado en crisis y que, premiando con la impunidad e incluso con enormes cantidades de dinero a los causantes del desastre, ahora todos queremos reconstruir para seguir viviendo, disfrutando y padeciendo, del modelo de “economía canalla” que nos han impuesto los más autorizados Nobel de economía de los últimos cuarenta años. Y a todo esto, hay que sumar el silencio y la complicidad de tantos hombres de ciencia y de tantos intelectuales que trabajan, más para satisfacer los intereses económicos de las multinacionales, que las necesidades de la gente, sobre todo si se trata de las pobres gentes de los países pobres. Por poner un ejemplo, como es bien sabido, los turbios manejos de determinadas empresas químicas y farmacéuticas constituyen auténticos crímenes que claman al cielo.
El problema que todo esto nos plantea es más grave de lo que mucha gente se imagina. Porque estos hechos nos vienen a decir que, en este momento, la ciencia no es neutral. Decididamente, la ciencia ha tomado partido, en favor de quien la costea.
Es decir, la ciencia se ha puesto de parte de los intereses de los Estados más poderosos y de las empresas multinacionales que, como sabemos, no tienen como finalidad aliviar el sufrimiento de la gente, sino acumular riqueza y poder.
Llegando más al fondo de las cosas, todo esto nos lleva a pensar que, en el estado actual de la sociedad tecnocrática, no es posible separar la “naturaleza” de la ciencia de los “fines” concretos para los que se utiliza la ciencia. Decir que una cosa es la ciencia “en sí”, y otra cosa es la “utilización” que se hace de la ciencia, es el intento desesperado que hacen no pocos científicos (bien pagados por las empresas para las que trabajan) para tranquilizar sus conciencias.
Al decir esto, me parece acertado recordar lo que J. Habermas argumentó contra K. R. Popper, en la conocida “disputa del positivismo en la sociología alemana”: cuando las esferas del “ser” (lo que es la ciencia) y del “deber ser” (para qué se utiliza la ciencia) quedan separadas, se produce el divorcio entre el “conocimiento” y los “valores”. Una ciencia, así entendida, se presta a las manipulaciones más peligrosas y nos puede conducir a los horrores del totalitarismo, ya sea político, ya sea ideológico.

lunes, 14 de julio de 2008

¡Impacto! (por Paco Bellido)

Hace justamente un siglo, el 30 de junio de 1908, una bola de fuego inundó el cielo siberiano, un bólido rocoso de entre 40 y 60 metros de diámetro provocó una tremenda explosión detectada por numerosas estaciones sismográficas y hasta por una estación barográfica en Reino Unido. El impacto incendió y derribó árboles en un área de 2.150 km². Se ha especulado mucho sobre el suceso de Tunguska ya que hasta el momento no se han encontrado restos del asteroide o meteoroide original. Conviene distinguir entre meteoroide y meteorito, se llama meteorito al fragmento de meteoroide que sobrevive a su paso por la atmósfera terrestre, mientras el objeto se encuentra en el espacio se denomina meteoroide.
No era la primera vez que un asteroide llegaba a la Tierra, en el
Kalevala, un poema épico que recoge las tradiciones finlandesas se cuenta la narración de la tumba del Sol, que alude a la caída de un meteoroide en la isla estona de Saaremaa. El impacto, ocurrido hace unos 4.000 años, originó el lago de Kaali, uno de los cráteres de origen meteorítico mejor conservados de Europa. En este cráter se han hallado unos 30 fragmentos de meteoritos, el mayor de ellos de unos 28 gramos.
Se estima que se produce la caída de un asteroide de más de 50 metros de diámetro cada cien años en promedio, lo que puede producir una gran devastación local y tsunamis. Cada varios cientos de miles de años, pueden alcanzar la superficie terrestre asteroides de más de un kilómetro que provocan catástrofes globales. El peligro de impacto se clasifica según la escala de Turín.
En la red existen
algunas herramientas para calcular los efectos del impacto de un objeto celeste, una de las más interesantes es Impact Calculator, que tras introducir el diámetro y naturaleza del objeto, el ángulo de incidencia y la velocidad nos permite ver sobre un mapa el tamaño del cráter y compararlo con la altura de la torre Eiffel o del Empire State.
Hay varios proyectos científicos dedicados a la búsqueda y clasificación de asteroides potencialmente peligrosos, el programa Spaceguard Survey de la
NASA. Por ahora podemos estar tranquilos, no nos amenaza ningún asteroide. Pero como demuestra la geología esta situación puede cambiar en cualquier momento.

viernes, 30 de mayo de 2008

No practicante (editorial de JOC)

Quizá sea mucho decir que el 60% de los jóvenes se consideran católicos. Voy a ser optimista. Pero de este 60 % tres de cada cuatro se definen cristianos no practicantes. ¿No practicantes?, ¿Pero eso qué es? ¿Qué es un cristiano no practicante?. Un compañero lo dice muy claro:¿Se puede uno considerar deportista, pero no practicar?. Serás espectador, animador... pero no deportista. Creo que en el cristianismo pasa lo mismo. Espacios llenos de espectadores y animadores, pero muy faltos de gente que amemos realmente a nuestros enemigos, que pongamos la otra mejilla, que perdonemos hasta setenta veces siete, que bendigamos a los que nos maldicen, que compartamos lo que tenemos con los pobres, que seamos capaces de dejar a los 99 y nuestras seguridades, para ir en busca del que está perdido... Tampoco hoy ponemos toda nuestra esperanza y confianza en Dios.
Bien es cierto que la gente joven está demandando otro mensaje mas acorde con la sociedad actual. El mensaje institucional de hoy no llega, no responde, no cala. Estamos percibiendo la religión como un gran conjunto de ideas, como algo que no se ve muy práctico ni realizable en estos tiempos. Hoy mas que nunca, la sociedad y la gente está demandando principalmente experiencia, testimonios y no grandes ideas que se quedan en eso, grandes ideas. No estamos hoy aquí los cristianos para servir o dar culto a la ley, eso es idolatría. Precisamente a Jesús, lo que verdaderamente le importaba eran las personas y sus necesidades y todo lo demás estaba en función de ellas.

Jesús hoy, seguramente conduce una moto de reparto de pizza a domicilio; y va a toda pastilla, no puede llegar tarde. No puede permitirse el lujo de perder ese mísero sueldo. Según sale de las clases donde se saca el graduado escolar, se cruza la ciudad para intentar hacer el imposible de llegar a la misma hora de salida del instituto con la llegada a comenzar el trabajo. No dispone de coche, lo estrelló recién comprado. Mucho de su sueldo se va en pagar un coche que no está disfrutando. Muchos días, después del cierre de la tienda se acerca a entrenar en una escuela deportiva a un grupo de niñas. Hay otra tarde a la semana que también se junta con el grupo con el que revisan la vida de muchos jóvenes y desde ahí la suya propia. Para él esta es seguramente la estructura mas parecida a una familia: una estructura igualitaria en la que quienes tienen responsabilidades y autoridad la ejercen como servicio a los otros.
La sociedad no muestra ni un poquito de interés por este joven. No le interesa, no es ningún héroe a los ojos del mundo. Es en el trabajo donde uno se está jugando mucho de su vida, como funciones sociales que éste tiene: medios económicos para acceder a derechos sociales que no están garantizados de manera universal; un salario donde se garantice el derecho fundamental de la comida y de la vivienda. Resulta que todavía las demás personas te reconocen y te valoran en función de la aportación laboral que haces al colectivo social. También es el trabajo el lugar de la dimensión psicológica de auto percepción y autoestima. La temporalidad, los tiempos sin curro entre uno y otro trabajo hace que el dinero ganado se emplee en consumo inmediato y compulsivo, el aceptar un puesto de trabajo precario con los riesgos de seguridad que conlleva... Nos introducimos en un proceso por el que a ciertos grupos o personas se les impide sistemáticamente el acceso a posiciones que les permitirían una subsistencia autónoma.
Estás son las preocupaciones de un joven cristiano de hoy que se encuentra en proceso, en proceso de tomar a Jesús en serio. Por que Jesús era un laico, un campesino, un carpintero, no fue un sacerdote ni un escriba. A Jesús no le vemos dando lecciones de moral, buscando un chivo expiatorio o echando la culpa a alguien. Su actitud hacia las personas que en su tiempo eran etiquetadas como "pecadores" fue asombrosamente diferente de la actitud de otros líderes religiosos. Éstos juzgaban y condenaban a las prostitutas, a los recaudadores de impuestos, a quienes no ayunaban o incumplían las leyes. Jesús condena la injusticia, la opresión, el egoísmo, el pecado.
Hoy Jesús se rebela contra la precariedad y está ahí siendo testimonio, buscando lo colectivo, implicando a otros y con una espiritualidad que le lleva a actuar entre los jóvenes de la clase obrera con claridad y confianza.
¿Hay cristianos practicantes y no practicantes? Después de todo esto, lo que creo es que el creyente siempre es practicante. Quizá lo que falta hoy son mas creyentes.

jueves, 29 de mayo de 2008

El valor del platino (Manuel Lozano Leyva)



Si el lector teclea en Google el nombre de cualquier elemento químico encontrará mucha información, en particular, quién fue su descubridor. Con el noble y caro platino tendrá dificultades y, si no lo sabía, quizá quede pasmado cuando aprenda (mejor si lee inglés) que su descubrimiento en la era moderna se debe a un sevillano: Antonio de Ulloa. El astrónomo y oficial de la Marina (y luego muchas cosas más) había partido con su amigo y colega el alicantino Jorge Juan hacia Perú. Eran los miembros más destacados de una expedición científica financiada por el rey Felipe V con los auspicios de la Academia Francesa de Ciencias. El objetivo de tan magno proyecto era tan poco provechoso a primera vista como la medida de un arco de meridiano en el ecuador con la precisión de un grado. Aquello duró unos diez años y una de las infinitas observaciones que hizo el ilustre sevillano fue la singularidad que tenía la llamada Platina del Pinto. Era un metal que los mineros del oro despreciaban y volvían a echar al agua de los ríos o al fondo de las minas suponiendo que con el tiempo se convertiría en oro. En 1745, dando por concluida su labor científica, Jorge Juan y Ulloa regresaron a España. Lo hicieron en barcos distintos, teniendo el sevillano la mala suerte de que su fragata, la Liberación, fuera atacada por piratas, terminando después en manos de la armada británica, o sea, de piratas oficiales. A don Antonio lo llevaron a Londres y sus papeles fueron confiscados. ¿Fue esto una injusticia? Pues no, porque Antonio de Ulloa era un conocido espía internacional al servicio de la Corona española. Los ministros Patiño, primero, y Ensenada después, con su inefable Pablo de Olavide como Asistente en Sevilla (Delegado del Gobierno en Andalucía que diríamos hoy) estaban empeñados en modernizar España y para ello lo mejor era estar al tanto de lo que se llevaba a cabo en las fábricas, los astilleros, las minas y los arsenales de los países más adelantados. Así, el primer espía industrial fue precisamente Ulloa y los ingleses hicieron bien en no fiarse de él, intentando averiguar lo que se llevaba entre manos. Sin embargo, los miembros de la Royal Society, la sociedad científica más avanzada del mundo en aquella época, se percataron de la importancia de los papeles del ilustrado sevillano. Al comprobar que no afectaban a la seguridad e intereses de Su Graciosa Majestad, no sólo se los devolvieron, sino que a su autor lo hicieron miembro de tan prestigiosa institución. En 1748, con Jorge Juan, Ulloa publicó su Relación histórica del viage (sic) a la América Meridional, donde da cuenta del descubrimiento del platino. Ulloa también recibió honores de las academias de París, Berlín, Estocolmo, Leipzig y Bolonia.El lector puede preguntarse a cuento de qué viene la pincelada histórica anterior del Almirante Ulloa, aparte de lo instructivo que siempre es saber de las hazañas y avatares de un excelso compatriota. O paisano, si se prefiere una palabra menos inquietante, por más que Antonio de Ulloa fuera director de la Sociedad Patriótica de Sevilla. Considero que es bueno recordar que Andalucía ha hecho esfuerzos notables para modernizarse desde hace siglos. A mitad del siglo XVIII, los ilustrados trataban de abrirse paso a pesar de tener unas escuelas lamentables, una universidad más simbólica que real, una Iglesia cuyo principal instrumento era la Inquisición, unas manufacturas basadas en la tradición y una aristocracia que despreciaba la iniciativa empresarial. Pocas de estas lacras han sobrevivido, quizá ninguna (¿o sí?), pero en aquella época Andalucía era la región más próspera del imperio y hoy es la penúltima comunidad autónoma del llamado estado español. Nada sería más simple e injusto que culpar de ello a los gobernantes políticos y los regidores de las instituciones más representativas de la sociedad, pero todos, incluidos ellos, tenemos que apoyar cualquier iniciativa que suponga avanzar en la ciencia y la tecnología con el objetivo de equipararnos a los países más avanzados. Anclarnos en la autocomplacencia, el turismo, los ladrillos y las subvenciones nos irán retrotrayendo paulatinamente a una etapa anterior al siglo XVIII en relación a los demás. Síntomas de este anclaje surgen cotidianamente por doquier; esté el lector atento a ellos y rechácelos. A su vez, observe las iniciativas que complacerían a los antiguos ilustrados, que también surgen, y apóyelas decididamente. Ésa es la vía; ése es el auténtico valor del platino de Antonio de Ulloa.

domingo, 25 de mayo de 2008

Benito de Soto y los duros antiguos

En el Diario Mercantil de Cádiz correspondiente al 13 de Enero de 1830 se inserta una noticia que, por su relevancia, se desarrolla con inusual extensión para un diario mercantil al uso de la época, en el que las noticias reseñadas tenían que ver principalmente con los movimientos de buques en la ciudad, las efemérides astronómicas y los estrenos teatrales y operísticos que tan frecuentes eran en el ilustrado Cádiz de aquella época.
Concretamente, el citado día se inserta, por orden del Excmo. Sr. Gobernador de la Plaza, la certificación del ajusticiamiento de diez marineros de la tripulación del bergantín brasileño "Defensor de Pedro" acusados de piratería y otros delitos.
En pleno siglo XIX, en el Glacis de Puerta Tierra, entre los días 11 y 12 de Enero de hace justamente 174 años, fueron ahorcados nada menos que diez piratas ante la sorprendida mirada de numerosos gaditanos horrorizados por las atrocidades cometidas por estos hombres, autores de fechorías tales que "sólo al referirlas se resienten la humanidad y el decoro", como relata el Diario Mercantil.
Pero la historia comienza mucho antes y al otro lado del océano, y su desenlace inesperado y asombroso ligará estrechamente a estos piratas con Cádiz.
En Noviembre de 1827 dio la vela en Río Janeyro con destino a la costa africana de Mina el bergantín brasileño "Defensor de Pedro", armado en corso y mercancía, al mando del teniente de la Marina Real D. Pedro Maris de Souza Sarmento y con una dotación de cuarenta hombres de distintas nacionalidades (portugueses, franceses y españoles). Este barco era uno de tantos de los conocidos como "negreros", que intercambiaban mercancías y armas de fuego por esclavos en los dominios portugueses de la costa occidental de África.
El 26 de Enero de 1828 se sublevan catorce marinos, capitaneados por el gallego Benito de Soto, aprovechando el desembarque del capitán y parte de la tripulación en la costa africana. Se deshacen de algunos marineros y retienen a la fuerza al piloto del bergantín y otros tripulantes que habrán de serles útiles en las nuevas singladuras. Desde un primer momento, surgen cruentas discusiones en torno al mando del barco, pero Benito De Soto logra por la fuerza imponer su autoridad pasando a cuchillo a los disidentes. Los piratas truecan el nombre del bergantín por el de "Burla Negra" y comienzan sus rentabilísimas "hazañas".
El 13 de Febrero de ese año, a la altura de la isla de Ascensión, el buque británico "Morning Star" que regresa a Londres procedente de Colombo (Ceylan) cargado de telas y especias, es interceptado por el "Burla Negra". Los ingleses no tienen otro remedio que rendirse apelando a la inexistente clemencia de los piratas que hacen alarde de un comportamiento violento en exceso del que no se libran ni las mujeres ni los niños y "aunque hemos oído los pormenores, no queremos ofender los oídos del público refiriéndolos". Obtienen un cuantioso botín. De hecho el Diario Mercantil de 10 de Julio de 1828 se hace eco de esta noticia bajo el título de "Horrible Piratería".
A este abordaje le sucede el de la fragata americana "Topaz", en viaje de Calcuta a Boston. La hunden, dejando con vida a un único superviviente que embarcan preso en el "Burla Negra". El ambiente en el barco pirata se hace cada vez más tenso, con continuos intentos de motín, por lo que De Soto, decide poner rumbo a las Azores y de allí a Galicia, para vender el fruto de la rapiña y "disolver la sociedad". Pero no pierden el tiempo camino de Pontevedra: los barcos "Cassnock", "New Prospect", "Melinda" y "Simbnry", correrán la misma suerte que los dos buques anteriores. El 26 de Abril de 1828, parten de La Coruña con un cuantioso botín fruto de la venta ilegal de lo robado y deciden dar vela hacia el sur para iniciar una nueva vida allí donde no los conozcan. La noche del 9 de Mayo, unas luces en la costa les hacen suponer que están ante el faro de Tarifa, donde planeaban embarrancar el "Defensor de Pedro". Pero cometen un error de cálculo y las luces que ven son las de Cádiz, con lo que encallan el bergantín a la altura de un ventorrillo conocido como de "El Chato", que ya llevaba casi cuarenta años funcionando. Precisamente, la primera ayuda recibida les llega de dicha venta.
Así, los supuestamente honrados marineros se pasean impunemente por Cádiz tras sobornar a un funcionario que pasa por alto unas más que sospechosas y vagas declaraciones, sin despachos ni roles que las avalen. Pero las habladurías cunden por Cádiz y la gente empieza a sentir malestar al ver deambular al extraño e impune grupo por las calles de la ciudad. El destino les reserva un encuentro indeseado: un súbdito inglés, superviviente del "Morning Star" y de paso por Cádiz, los reconoce y delata a las autoridades, que los apresa seis días después del intencionado naufragio.
Benito de Soto, el más indómito y cruel de todos, consigue escapar in extremis y huye en un barco ese mismo día con destino a Gibraltar. También escapa su lugarteniente José de los Santos. Ambos son juzgados en rebeldía y De Soto es condenado a ser "arrastrado, ahorcado, descuartizado y los cuartos colocados en escarpias a las orillas del mar". Por su parte Nicolás Fernández, Antonio de Layda, Saint Cyr Barbazán, Guillermo Teto, Federico Lerendu, Nuño Pereyra, Francisco Goubin, Pedro y Domingo Antonio y Joaquín Francisco son mandados ahorcar (con posterior descuartizamiento y exhibición de la cabeza en escarpia para los seis primeros). Tras el largo proceso, la sentencias se ejecutan entre el 11 y el 12 de Enero de 1830, días en los que sopló en Cádiz un gélido viento del Norte y se estrenó en el Teatro Principal la ópera en dos actos "Coradino, corazón de hierro" de Rossini.
Catorce días más tarde, en la plaza de Gibraltar donde fue detenido cuando escapaba de Cádiz, las autoridades británicas ahorcan a De Soto, convicto y confeso de horribles fechorías contra buques de Su Majestad. Será él mismo el que se ajuste el nudo a la garganta y exhiba una extraña altanería libre de todo arrepentimiento, dejando boquiabiertos a los británicos.
Tan pormenorizado relato de los hechos, así como la trascripción de las declaraciones de los reos y su proceso se recogen fielmente en un interesantísimo libro escrito por el oficial de la Armada D. Joaquín Mª de Lazaga y Garay en 1892 ("Los Piratas del Defensor de Pedro. Extracto de las causas y proceso formados contra los piratas del bergantín brasileño Defensor de Pedro que fueron ahorcados en Cádiz en los días 11 y 12 de enero de 1830" Madrid: Tipografía de Infantería de Marina). En el prólogo expone como motivo que le lleva a escribirlo el silencio que rodea a tan fabulosa historia, sucedida en Cádiz sesenta años antes solamente. Desconozco cuántos ejemplares existen del mencionado libro. Un ejemplar se conserva en la Biblioteca Nacional, en Madrid. Y otro lo encontré, de auténtica casualidad, un domingo de enero del año pasado bajo un montón de papeles y libros polvorientos en uno de los puestos del mercadillo que se celebra en la Plaza del Mercado de Abastos de Cádiz. Lo compré por dos euros.
Pero la historia no acaba aquí. 3 de Junio de 1904. Varios operarios se encuentran trabajando en la almadraba de D. José Zarandista situada al final del barrio de San José (extramuros de Cádiz). Están cavando una zanja de medio metro para enterrar las cabezas y los despojos de los atunes capturados. De repente, descubren enterradas unas monedas de las llamadas "Ambos Mundos" acuñadas en México entre 1750 y 1755, que recuerdan mucho a los duros vigentes con anterioridad. La noticia se difunde como la pólvora y decenas de hombres, mujeres y niños con palas y cribas se afanan por la playa en busca de las codiciadas monedas que se venden en el acto a precios entre las tres pesetas y los dieciocho reales. No existe cantidad fiable de monedas encontradas. Se estima que rebasaron las 1500 piezas. En los Carnavales del año siguiente, Antonio Rodríguez, más conocido por "El Tío de la Tiza", inmortaliza el sucedido en un tanguillo del coro Los Anticuarios titulado Los Duros Antiguos.
D. Antonio Perea de la Rocha, Marqués de Arellano, investiga exhaustivamente el hallazgo de los duros y todo lo que le rodea en archivos públicos y privados hasta que publica un artículo en ABC el 4 de Diciembre de 1960 donde condensa todo lo encontrado. En dicho artículo afirma: "tengo casi la seguridad absoluta de que las monedas encontradas en la playa en 1904 son las que traían a bordo los tripulantes del bergantín brasileño Defensor de Pedro". Los piratas, acosados por las sospechas cada vez más crecientes, pudieron ocultar apresuradamente parte de su botín en la playa gaditana y, tras ser apresados, no volver nunca más a recuperarlas. Curioso e inesperado destino para unos duros que cruzaron el océano para acabar, inmortales para siempre, cantados en el Carnaval gaditano. Pero, como el propio Marqués de Arellano señala, estas cosas de la mar, sólo la mar las sabe...

miércoles, 27 de febrero de 2008

Confesiones de un pirata, por David Bravo

En este mundo cuando los sueños dejan de ser sueños y se convierten en realidades siempre hay alguien que te pide peaje por tan ansiada transición. El sueño al que me refiero es la posibilidad de acceso ilimitado a la cultura que vemos en las clases altas y que la economía sistemáticamente nos prohíbe. Yo, lo confieso, en mi adolescencia tuve pensamientos impuros cada vez que pasaba por delante de un escaparate de El Corte Inglés y veía reluciente la última película de mi actor favorito o el último libro de Eduardo Galeano. Me imaginaba, lascivamente, con ese libro entre mis manos saboreándolo en las más insólitas posturas. Cuando entraba en la tienda y miraba el precio del libro me daba cuenta de que yo no necesitaba anuncios de televisión que me concienciaran de lo saludable que es para el alma la lectura, yo lo que necesitaba eran 2.500 pesetas. Si en aquellos tiempos me lo hubiesen dicho no lo habría creído. Ahora puedo no solo tener "El Libro de los Abrazos" en un santiamén sino que podría bajarme más de 50 mp3 con la voz del bueno de Eduardo leyéndolo para mí. Yo no conocía a John Coltrane hasta que internet irrumpió en mi vida y tengo que reconocer que aunque siempre he sido aficionado al cine de terror no tenía ni idea de lo que éste era hasta que he accedido al cine asiático donde de verdad saben hacerlo. Noam Chomsky no me sonaba de nada hasta que vi un documental sobre él bajado de la red llamado "manufacturing consent". En resumen podría decirse que si todo este sueño no existiera yo ahora estaría cantando "papichulo" mientras veo "Salsa Rosa" y mi máximo líder intelectual sería Pocholo. Lo mejor de todo es que la legislación está, con algunos matices importantes, de nuestra parte. El Código Penal en su artículo 270 solo considera delito las acciones de copia con ánimo de lucro (con excepción de los programas de ordenador) y la Ley de la Propiedad Intelectual permite, también con esta excepción, la copia para consumo privado en su art. 31.2. Nosotros, a pesar de que las empresas nos han colocado el simpático sobrenombre de "piratas" (que, la verdad sea dicha, viniendo de empresas nos resulta tan insultante como si Charles Manson nos llamara psicópatas), no tenemos ánimo de lucro y lo cierto es que con las últimas noticias aparecidas en todos los medios de comunicación, ya no tenemos ánimo de ninguna clase.La primera de estas noticias a las que me refiero y que hizo castañetear, de puro terror, los dientes de más de un internauta fue la reforma que se prepara del Código Penal. A partir de su entrada en vigor la excepción antes señalada de los programas informáticos dejará de ser una excepción y pasará a ser la norma general. Se acabará el derecho a la copia privada y con ello se acabará también nuestro ilimitado acceso a la cultura. De los dos intereses enfrentados, el interés de las ricas multinacionales de ser más ricas y el de los usuarios de tener derecho a la información como si lo fueran, el primero diezma por completo al segundo que, al parecer, no merece de la más mínima protección. Es casual, dicen que las empresas dicen, que esta reforma se plantee justo en el momento en el que aparece un nuevo y flamante canal de pago: Digital Plus. Las dos plataformas que forman Digital Plus (entre las que está, por si lo dudaban, Telefónica) han decidido despedir a los intermediarios y legislar ellos directamente. La Ley al servicio de los poderes económicos que, como dice Ignacio Ramonet, es, realmente, el primer poder. Cuando la noticia se difundió por este mundo virtual sus habitantes actuaron como si estuvieran divisando un meteorito enorme acercándose a la tierra y dijeron: "aprovechemos el poco tiempo que nos queda y cuando el meteorito llegue ya veremos si podemos salvar algo". La lujuria del Carpe Diem propio de los últimos meses de vida de toda una generación se adueñó de las conexiones a internet que bajaban sin parar toda clase de material. Había que hacerse con la mayor cantidad de reservas posible: películas, discografías y libros para poder soportar en nuestros refugios el Armageddon y conseguir así que la escasez de ocio no hiciese, al menos por un tiempo, que nos contentáramos con consumir, como mendigos, cualquier cosa del estilo "Operación Triunfo". Y fue así como System of a Down, y ToteKing y La Naranja Mecánica, y Miles Davis, y Sabina, y Annie Hall bajaron a toda prisa para hacernos más soportables los tiempos post-holocausto para darnos su compañía en los terribles momentos que se avecinaban. Lo que nadie esperaba es que en plena bacanal de descargas doscientas empresas, impacientes porque se les devolviera su monopolio, han decidido demandar a los usuarios de redes P2P que se hacían, sin pasar por caja, con estas preciadas obras. La demanda en cuestión pedirá 4 años de cárcel y cuantiosas sumas económicas a usuarios de estas redes. El abogado de estas empresas, un señor con ansias de notoriedad llamado Xavier Ribas, explica que tienen localizados a 4000 usuarios y que tienen sus IPs (algo así como el carnet de identidad de cada internauta). La pregunta es: ¿cómo han localizado las IPs? El único medio posible (si descartamos que nos la hayan pedido amablemente con el inocente propósito de mandarnos 4 años a prisión) es rastreándolas. De ser así estarían infringiendo el derecho a la intimidad, a la privacidad, y el secreto de las comunicaciones. A este respecto el artículo 197 del CP establece que: "el que, para descubrir los secretos o vulnerar la intimidad de otro, sin su consentimiento… intercepte sus telecomunicaciones o utilice artificios técnicos de escucha, transmisión, grabación o reproducción del sonido o de la imagen, o de cualquier otra señal de comunicación, será castigado con las penas de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses". El tal Xavier Ribas dice que esta demanda está destinada a "sensibilizar " a los usuarios de P2P y, la verdad, es que a mi me ha sensibilizado. Es más, si lo tuviera delante le daría un beso en la boca al hombre que pretende destruir mi vida metiéndome a mis cruciales 25 años durante casi un lustro entre rejas dejándome, a la salida de prisión, con todo un brillante futuro por detrás. De todas formas ¿no hay mejores formas de despertar la sensibilidad? ¿No podría por ejemplo coger una guitarra acústica y cantarnos románticamente una canción que verse sobre la bondad de las empresas de software? Podría hacer como "Greta y los Garbo", un grupo español que en su página web publica un comunicado donde, a la par que ataca duramente a la piratería, justifica los altos precios de los CDs de música por su gran costo de producción y del que se deduce prácticamente que las empresas discográficas son ONGs que no ganan ni un céntimo con este negocio. Son Carpantas del nuevo siglo que ponen todo su esfuerzo en hacernos llegar la música sin sacar el más mínimo rendimiento. Esas panzas bien rellenas de estos magnates no se deben a percebes sino que es un problema del metabolismo. Por supuesto no han sido pocos los avispados internautas que han detectado en esta acción un intento de amedrentarnos para que dejemos de hacer algo que, por el momento no es ilegal, pero, al mismo tiempo, se preguntan si este intento de crear un pánico que invite a la inactividad llevará a que rueden algunas cabezas como castigo ejemplar. En esta línea algunos sectores no tardan en señalarse con el dedo: "si yo en realidad no bajo tanto" "tú bajas más" "tu avaricia ha roto el saco" dicen algunos temerosos y es que hoy en día el papel de mártir no está muy solicitado. Sin embargo, la mayoría de los internautas, están demostrando una capacidad de cohesión y de solidaridad que ya era difícil ver en estos tiempos. Frases del tipo "si seguimos juntos no nos pasará nada" o "si alguien cae ahí estaremos todos" recorren orgullosas y combativas hasta el último rincón de la red. Esta guerra que las empresas pretenden comenzar con ayuda de sus portavoces, nuestros gobernantes, va a encontrarse con más de un contratiempo. Estos golpes que siempre se autodenominan mortales no sirven más que para acelerar la evolución (en realidad revolución) de la red. Cuando consiguieron destruir a Napster no tardaron ni dos segundos en aparecer 30 programas con la misma finalidad y con infinitas mejoras. Si con Napster podíamos bajarnos nuestra música favorita en un tiempo relativamente aceptable, ahora, gracias a su muerte, sus herederos hacen que podamos bajarnos toda clase de material en tiempo record. ¿No creen que con la muerte por asfixia de Emule, Kazaa y Morpheus aparecerán otros que recojan el testigo y dejen a estos como reliquias del pasado? Nicholas Negroponte describe estos vanos intentos de las empresas y de la adaptación del derecho a sus intereses como "los espasmos de un pez moribundo en la cubierta de un barco". España, últimamente a la vanguardia de la represión cibernética, se sitúa con estas acciones en la más retrógrada postura neoclásica que defiende una visión expansiva del derecho de autor en internet sin dejar un solo resquicio a la excepción cuando otros intereses como los valores socio-culturales concurran. Por el contrario la doctrina minimalista defiende "que si se permite la expansión del derecho de autor a los actos de mero uso y se limita el juego de las excepciones y límites a los derechos patrimoniales, se está restringiendo de manera clara la posibilidad de acceso a las obras, y por tanto también de una actividad crítica, política y social" (del libro de Ignacio Garrote "El derecho de autor en Internet"). A esta última postura es a la que nos adscribimos los internautas que usamos las redes P2P y que nos vemos coaccionados por los grandes poderes económicos que dicen que quieren recuperarnos como clientes a base de registros domiciliarios y represión. Dicen las discográficas que llevamos al traste a la economía de esos grupos que decimos admirar y que por nuestra culpa éstos ya no se ven motivados para seguir haciendo sus obras. Sentimos mucho que la motivación de nuestros admirados grupos provenga no de las musas a las que cantan sino de los dólares con los que las seducen. No sabíamos, perdónennos, que otro coche nuevo fuera la inspiración que llevó a Metallica a escribir la maravillosa Fade To Black. No nos hagan creer que jugamos con el pan de nadie. Los grandes grupos multimillonarios protestan contra la piratería porque teniendo sus bolsillos llenos de dólares preferirían, ya puestos, que estos rebosaran. Los grupos pequeños (cuyos intereses si me merecen el mayor de los respetos) no tienen la base de sus ganancias en los discos porque ustedes, señores de las discográficas que nos señalan con el dedo, se quedan con casi todos los beneficios que originan, sino que la tienen en los conciertos que desde que existe la distribución de sus obras por internet se han multiplicado en asistencia exponencialmente y, con ello, también sus ingresos. Tengo un amigo rapero al que se le cae la baba cuando ve que su disco se lo bajan cada vez más personas solo de pensar que quizás ahora, y gracias a la gente que irá a verle en directo, podrá ganar algo de dinero para mantenerse con este negocio que ustedes vampirizan. Intentan ustedes, en resumen, hipnotizarnos y dejar todo esto, de nuevo, en un sueño. Pero por mucho que lo intenten tendrán que concienciarse de que el Derecho se tiene que adaptar a la sociedad y no a la inversa.
A nosotros no nos vuelve a dormir ni Dios... es más, tiro más alto, no nos vuelve a dormir ni Telefónica!

lunes, 21 de enero de 2008

Carl Sagan: setenta años de presencia

El 20 de diciembre de 1996, millones de personas sintieron un vacío de posibilidades ante la partida de Carl Sagan.
Americano de nacimiento, ciudadano del mundo por su trabajo, entrega y perspectiva desarrollada, Sagan dejaba entre nosotros un hueco por cubrir, tan grande como los agujeros negros.
Había sido el científico, quien había previsto las condiciones de Venus, quien impulsaría proyectos como el Viking, quien hablaría con los astronautas que viajarían a la Luna y quien había desarrollado el programa de exploración a Marte, ante Dan Goldin, el director en esa época de NASA.
Fue el humano quien se mantuvo preocupado por el ambiente, por la permanencia de las armas nucleares. Con otros científicos, contempló la posibilidad de un "invierno nuclear" ante un ataque incluso limitado del arsenal.
Enfrentó, como el mismo lo expresó, el "juicio aquel que no podemos perder por falta de comparecencia", ante las seudociencias. Nos dejó no un libro, sino un tratado en "El Mundo y sus Demonios", como una guía para ilustrar y permitir que enfrentemos tal embate acorde con la irracionalidad que se vive.
Pero, ante todo, fue quien compartió hasta el último momento, la perspectiva, el conocimiento, la inspiración y la esperanza con... ¿Quién?... con el ciudadano común, contagiando con una mezcla de Astronomía, Arqueología, Antropología, Sociología, Biología y Filosofía, su serie "Cosmos", revelando la vocación de muchos y saciando la perspectiva de millones ante su anhelo de saber y tener horizontes diferentes.
Nos dio la continuación de Cosmos con "Un pálido punto azul". Nos fascinó con su única creación de ciencia-ficción que fue "Contacto", llevado a las masas a través de la cinematografía en una riqueza de circunstancias que nos enfrenta, ante todo, a nosotros mismos.
Se despidió con "Miles de Millones", obra concluida por su compañera, Ann Druyan, revisando como nunca aspectos sociológicos.
Entre todas las reflexiones y, ante todo, ejemplo y congruencia de Sagan, se encuentran el balance entre la curiosidad humana y su escepticismo: base fundamental no de un pensamiento, sino de una actitud verdaderamente científica.
Carl Sagan se fue físicamente en 1996, pero perdura entre nosotros, más allá de su rica y diversa obra, en el compromiso que nos ha dejado a todos en continuar esta tarea de mostrar el Cosmos y, a través de ello, hacernos mejores.